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Reinaldo Taladrid es un abogado y periodista cubano que colabora habitualmente en los espacios televisivos «Mesa Redonda», que puede verse a través de Cubavisión Internacional, y «USA de verdad», un programa periodístico semanal, emitido por la cadena teleSUR, que desmitifica en su justa medida todo lo que rodea al «sueño americano», y que probablemente nunca veremos en TVE, a la que no le quita ojo la Embajada yanqui en Madrid.

En el programa sobre Estados Unidos ya mencionado que se ha emitido hoy mismo, el colaborador Taladrid ha hecho un breve repaso sobre lo que significa económica, militar y estratégicamente la persistencia en la Isla más noble de una base naval de la que muy poca gente fuera de Cuba conoce su ilegalidad. De las torturas en ese territorio ocupado por EE.UU. con fines nada lícitos todo el mundo tiene noticias, pero ¿por qué tras el aparente fin de la Guerra Fría cuando la URSS desapareció como tal en 1991 desaparecieron otras instalaciones militares usamericanas en el mundo y no aún la emplazada en el Oriente cubano?

Reinaldo siempre nos invita a los telespectadores a que saquemos nuestras propias conclusiones. Personalmente, estoy convencido de que a Washington le duele en el alma que, sin Unión Soviética, la República (socialista) de Cuba haya sobrevivido a las agresiones imperialistas de toda laya y que, por si fuera poco, siga tejiendo alianzas internacionales que incluso puedan aliviar a medio y largo plazo las consecuencias del mantenimiento del bloqueo al que la somete la principal (y fracasada) superpotencia mundial. Y debemos resaltar el hecho incontrovertible de que Guantánamo para el Gobierno usamericano es, por encima de todo, algo que no resulta en absoluto rentable, ya que hasta se tiene que potabilizar el agua que la propia Cuba les niega a los ilegítimos ocupantes de la zona por motivos de dignidad y decencia.

Para todos aquellos que quieran saber a fondo por qué no es legal la base naval en la bahía guantanamera y por qué hace tiempo que debería haber sido devuelta a Cuba, dejo reproducido un texto de sumo interés, publicado hace unos años por Cubagov.cu, para que no planeen dudas sobre un tema del que tanto el Gobierno como la población cubanos tienen sobrados conocimientos, contrariamente a lo que sucede en buena parte de otros rincones de nuestra Tierra.

«Estados Unidos mantiene ilegalmente una base naval en Cuba contra la voluntad de su pueblo. Esta instalación se encuentra en la Bahía de Guantánamo, una de las mayores de la isla. Dista 64 kilómetros de Santiago de Cuba, la segunda ciudad en importancia del país, y 920 kilómetros de su capital La Habana. Abarca un área de 117,6 kilómetros cuadrados (49,4 de tierra firme y el resto de agua y pantanos). Delimita una línea de costa de 17,5 kilómetros. La bahía posee buenas características en cuanto a profundidad, seguridad y capacidad, pero actualmente carece de importancia estratégica.

La Enmienda Platt, bochornosa ley del Congreso de Estados Unidos impuesta a la primera Constitución cubana a principios del siglo XX, bajo la amenaza de que de no aceptarse la isla permanecería ocupada militarmente, estableció la obligación de ceder porciones de territorio para instalaciones militares del poderoso vecino. No tardó en ponerse en práctica esa exigencia. En diciembre de 1903 Estados Unidos tomó posesión «hasta que lo necesitaren» de la Bahía de Guantánamo, mediante la imposición de un leonino tratado. Desde entonces y durante más de medio siglo fue centro de estímulo a la prostitución, el juego y las drogas, y de un abierto intervencionismo.

Desde el triunfo de la Revolución en 1959, la base ha sido fuente de provocaciones y agresiones, tanto de las tropas del enclave como de contrarrevolucionarios que allí encontraron refugio, muchos de ellos después de cometer crímenes y otras fechorías. En 1961 personal de la Base provocó la muerte a golpes de un obrero cubano y menos de un año más tarde fue secuestrado, torturado y asesinado un humilde pescador. Dos soldados cubanos resultaron asesinados en 1964 y 1966, respectivamente, por disparos realizados desde esa instalación norteamericana. Son muchas las violaciones del espacio aéreo, marítimo y terrestre cometidas, junto a diversas provocaciones como disparos, lanzamiento de piedras, proferir ofensas y otras muchas.

Los ejercicios de las tropas norteamericanas han provocado daños ecológicos irreparables al entorno, incluso han estacionado allí submarinos nucleares. Violando hasta el ilegal tratado que Estados Unidos esgrime para mantener su presencia militar, la base fue convertida en 1994 en campamento de refugiados, en gran parte haitianos, y aún se utiliza ocasionalmente para esto fines. Ante tales hechos Cuba ha asumido invariablemente una actitud firme y serena, no se ha dejado provocar ni intimidar. Los combatientes de la Brigada de la Frontera, unidad de las Fuerzas Armadas Revolucionarias encargada de la defensa de este límite fronterizo artificial, son ejemplo de preparación profesional, valor y disciplina.

Las máximas autoridades cubanas han declarado en muchas ocasiones que no aceptarán ninguna negociación con respecto a este territorio ilegalmente ocupado que no sea la retirada incondicional de las tropas extranjeras allí acantonadas contra la voluntad expresa del pueblo de Cuba. Con igual seriedad el gobierno cubano ha ratificado que no intentará recuperar sus legítimos derechos mediante la fuerza y esperará pacientemente a que la justicia se imponga tarde o temprano».